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Combinó su profesión con el abuelazgo y vivió una experiencia única

Actualidad // Lunes 26 de Julio de 2021

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En un momento atípico para todo el mundo y en especial para los abuelos, la ginecóloga Sonia Molina tuvo la posibilidad de ser la obstetra del nacimiento de su nieto, lo que le permitió vivir desde el quirófano la experiencia de convertirse en abuela de Salustiano.

Por la pandemia, se tornó complejo poder conocer a un bebé recién nacido con todos los cuidados que requieren, pero Sonia Molina fue una afortunada porque lo vio desde el primer minuto que salió de la panza de su mamá. “Fui una privilegiada, yo ya estaba vacunada y pude conocerlo, así como tuve responsabilidades también tuve ese privilegio”, explicó.

La destacada ginecóloga asegura que cada embarazo es único pero ninguna experiencia se compara con la de acompañar al nieto desde la panza, porque ella controló cada latido de Salustiano y descubrió emociones que aún no experimentaba. “Cuando tenés hijos, tenes mil miedos y esto es como que ya pasaste el miedo y pasas a la etapa de disfrute total, porque el miedo lo tiene otro. Estoy fascinada”, indicó la especialista.

Su nieto nació el 4 de enero de este año, hijo de Mariano y Patricia y la doctora afirma que desde ese día se convirtió en el nuevo foco de su vida, al punto de reorganizar los horarios de consultorio para poder verlo durante la semana.

Los otros abuelos debieron esperar que llegara a su casa para conocerlo y cada uno tuvo un turno para evitar riesgos por la pandemia. “Su abuela Charo y Claudia son las que más lo cuidan durante la semana, yo lo tengo más tiempo el fin de semana”, dijo Molina, quien no ve la hora de que su nieto camine y pueda acompañarlo en otras actividades.

En lo profesional, asegura que también tuvo efecto porque cuando sabe que están los padres de alguna paciente cerca del sanatorio, se ofrece para mostrarle las fotos y ser cómplice del momento en que los nuevos abuelos conocen a sus nietos.