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Historia de nuestro Marcial Quiroga: Aporte de Prof. Leonor Paredes de Scarso

Actualidad // Miércoles 19 de Septiembre de 2018

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Sanatorio Argentino agradece el aporte de la Profesora Leonor Paredes de Scarso, quien escribió sobre la nutrida historia de nuestro Hospital Marcial Quiroga.

Conferencia 28 de mayo de 2003.- La primera etapa del Hospicio Para Mujeres Pobres, Enfermas y Desvalidas, luego san Roque y comienzos del hospital Dr. Marcial Quiroga.

Ante todo agradezco a los doctores Benito Ruiz y César Salinas el haberme invitado a usar de la palabra en este acto.

Igualmente agradezco la presencia de todos Ustedes.

Decía un ilustre médico el Dr. Osvaldo Loudet que:

                                               “Los pueblos que sufren amnesias lacunares o progresivas sobre su

                                                         propia historia, van desdibujando su fisonomía moral

                                               Por eso hay que recordar siempre, los grandes hechos y los magnos acontecimientos.”

 

Por eso hoy recordamos que hubo otros tiempos, otras personas con sus ideales, es necesario conocer su accionar por el ejemplo que dieron,  que pueden dar forma a experiencias futuras, proporcionando modelos, términos de comparación, escalas de valores y conocimiento de figuras arquetípicas.

 La Historia primera del Hospital, es una historia protagonizada por mujeres desde 1864 a 1955.La fundadora fue doña Gertrudis Funes, nacida en San Juan el 18 de noviembre de 1801 con caracteres destacados recién en 1861. Hemos reconstruido su árbol genealógico y nos hemos llevado sorpresas, sabemos  consignado los principales acontecimientos  de la historia de San Juan que le toco vivir en San Juan. Felices y desgraciados.

Recién aparece su accionar públicamente, días después del 20 de marzo de 1861, cuando en la vecina provincia de Mendoza: fue sacudida por un violento terremoto

                                                           “Nada quedó en pié, la tierra loca.

                                                           Cómo indomable potro encabritado

                                                           Arrasaba de sí cuanto tenía.”

Por este hecho conocemos la existencia de Gertrudis, contrató dos carretas y las llenó de mercaderías,  partiendo ella misma a socorrer a nuestros hermanos, ayudando a unos a enterrar a sus muertos y a otros a desenterrar a los vivos.  Su actuación  fue tan destacada que el gobierno de San Juan le agradeció por nota fechada el 12 de abril de 1861,  la ayuda y destacaba la actuación de la matrona de méritos tan sublimes, dignos de admiración y respeto.

De los años de 1862-63 no se sabe nada de ella, pero nosotros pensamos que ese periodo es el de es el tiempo de incubación de una idea genial, porque ve el desamparo de las mujeres pobres, enfermas y desvalidas.

El 12 de noviembre de 1864, compareció junto a don Antonio Ferreira natural de Portugal, en la escribanía de don Román Jofré. Le compra a este un terreno con dos casas, una nueva en un cuarto de manzana sobre las actuales calles San Luis y Aberastain, pagando un precio de 3,000 pesos.

El 15 de diciembre de 1864 vuelve nuevamente a la escribanía diciendo que de:

                                                           “..Su libre y espontánea voluntad y con el fin de aliviar a personas

                                                     desvalidas de su sexo, ha establecido una casa hospicio para mujeres y con el

                                                    fin de aliviar, atender y cuidar a las enfermas y hace una donación a  

                                                 perpetuidad a la Sociedad de Damas de Beneficencia, que estaba instituida.”

La generosidad de Gertrudis es digna de destacar, porque reitera lo que le costó, pero añade que con lo que le queda vivirá dignamente hasta que el Señor se digne llamarla.

De ella sabemos que en los años siguientes, cuando la muerte andaba suelta por la provincia de San Juan, por las epidemias, ella colaboraba preparando remedios en el Lazareto de Nuestra Señora de los Dolores, (Actualmente donde está la nueva iglesia de la Merced)

Posiblemente cuando andaba entre los enfermos de cólera se contagió, falleciendo el   31 de agosto de 1868.

                                                     

                                                           “Y así ella se alejó eternamente.

                                                           Nosotros venimos y nos vamos

                                                           Hoy volvemos a evocarla dulcemente

                                                           Recordando los senderos que hubo transitado.”

El Hospicio desde 1879 empezó a llamarse Hospital San Roque, cuando la Sra. Mercedes de Gómez envió desde Buenos Aires una imagen de San Roque. El hospital fue administrado por la Sociedad de Damas de Beneficencia, que en desde 1864 a 1913, por compras sucesivas toda la manzana  entre las calles San Luis, Aberastain, Jujuy y 25 de Mayo.

En total encontramos 13 escrituras, con los límites, si tenían derecho a agua, construcciones atc....

29 fueron las presidentas, que dirigieron la institución. Quisieramos  destacar ya que tanto se habla hoy de democracia. Que ellas sí que la cumplieron, porque eran elegidas por voto, tenían una duración en los cargos, responsabilidad y publicidad de los actos., que son todas las connotaciones que debe tener esta palabra,  tan malentendida hoy..

Debemos notar que todas al firmar omitían el patronímico, firmaban con el apellido del marido como erala costumbre de la época Costumbres de la época.

A fines siglo y comienzos del año 1900, aparecen nuevos médicos y en el transcurrir del tiempo aparecerán nuevas especialidades  y por lo tanto en el hospital nuevas construcciones.

Aquellos médicos vivieron épocas muy difíciles, que no es el caso de destacar, pero sí citar a Florencio Escardó al decir:

                                                           “Ser médico  no es si no, un intercambio de sustancias vitales. Como  

                                                      todo fenómeno vital, es una versión intransferible e irrepetible de la relación humana.”

 

Para  el año 1935-37 sabemos que tenían:

  • La Sala de Niños: llamada Jesús de Praga.
  • La de Clínica Médica: Virgen del Carmen de Cuyo
  • San Vicente de Paul
  • Clínica Quirúrgica: Santísima Trinidad.
  • Clínica Obstétrica: Sagrada familia
  • Clínica Ginecológica: San Francisco.
  • Había pensionado de ginecología
  • Se construyeron pérgolas y jardines, sobrevivientes de aquella época son los aromos y los olivos que hay en la plaza, hoy llamada Gertrudis Funes

            El hospital recibía visitantes ilustres como los profesores: Bertola, Gregorio Araoz Alfaro, Juan Carlos Navarro, Salvador Masa, Angel Roffo , Tomás Villafañe Lastra, Gumersindo Sayago, y otros no menos importantes como Pedro Escudero.

En la gestión 1939-41 inauguraron el pabellón de Servicios Generales, el Laboratorio de Análisis, y los Consultorios Odontológicos.

Consultorios externos, Consultorio Oftalmológico..

Allí se fundó uno de los primeros dispensarios de Lucha contra el Cáncer del interior del pais,  y el primero en Cuyo en 1939.

Allí nació la idea de fundar el Lalcec, que primero fue constituida por varones.

Se creó el Servicio de Hemoterapia, en 1938, los sueros eran controlados por los Hospitales Durand, De Clínicas y maternidad del Hospital Rivadavia, según diario de la época fue el primer servicio de este tipo que hubo en el país.(Diario Tribuna de San Juan, 9 de agosto de 1939.

Desde allí salió la idea de proteger al personal técnico con concursos, para evitar las injusticias cometidas por el clientelismo político y lo formula una mujer, que fue la primera Dra. En medicina que hubo en San Juan, de origen riojano, sanjuanina por adopción la Dra. Leticia Acosta de Sormani. Recibida en la UBA, está inscripta en el Registro de Médicos Especialista en San Juan con el n. 11, el 28 de marzo de 1918. Es otra de las tantas personas olvidadas de la gloria.

           Para abreviar diremos que  el 15 de enero de 1944,  desde el fondo de la tierra, brotó una sucesión de espanto y el lar cuyano lloró de nuevo a sus muertos, siendo el desastre más significativo en la Argentina del siglo XX-

Como otras veces la tierra se sacudió, pero no fue  suficiente para atajar  el empuje de nosotros los sanjuaninos, que cumplieron con aquello que dijo San Agustín:

                                                           Desagrádate  siempre de lo que eres, si quieres llegar a lo que aún no                                                     

                                                              eres, pues donde encontraste solo agrado, allí te paraste.

                                                           Cuando digas es suficiente, entonces pereciste.

                                                           Añade siempre algo, camina constantemente, avanza sin parar, no    

                                                        pares en el camino, ni retrocedas ni te desvíes (Sermones 169-18 )

            Y este  Hospital histórico fue cuna y regazo en la hora del dolor. Luego se construyeron galpones de emergencia y se programaron con entusiasmo hacer la reconstrucción del Hospital y de sus dependencias, pero soplaron otros vientos, hubo otras ideas y se suspendió en el año 1950 todo el auxilio en dinero por parte del gobierno.

            No quedaba más remedio que cederlo al gobierno, en la asamblea del 28 de diciembre de 1950 se le ofreció al gobierno de la provincia de San Juan, el terreno y las instalaciones del Hospital, evaluada en ese entonces en 2.000.000 pesos.

            Siguió funcionando allí de manera precaria, hubieron distintas opiniones sobre el lugar donde se trasladaría el Hospital: Por radio Los Andes el 12 de abril de 1956 en nombre del Colegio Médico habló el Dr. Albar Diaz, proponiendo el Hogar Escuela de Marquesado (se llamaba la localidad        Marquesado por haber pertenecido las tierras a los marqueses de Monroy y una de ellas fue casada con un Echegaray  de San Juan)

Trasladado el Hospital, ¿qué pasó con las construcciones del San Roque?


                                                           “Ellos cayeron silenciosos

                                                           Bajo la fría mano del progreso

                                                           Pero devolviendo a la tierra en amplio beso

                                                           El pedazo de cielo que han vivido.”

            Luego de unos años fue trasladado a Punta de Rieles, lugar llamado así por el tren de pasajeros que iba desde la Estación a Marquesado, corrió entre 1911 a 1934 0 35, en 1930 cuando hacen su aparición los primeros ómnibus por Avda. del Libertador, se suspendieron dos de los cinco servicios que tenía al día.

Hoy funciona con el nombre de Hospital Dr. Marcial Quiroga. Médico sanjuanino, su tesis doctoral fue rendida en 1885 con el título “Manifestaciones del Alcoholismo”, y que le dedicará a su amigo don Agustín Gómez

Tiene innumerables trabajos entre ellos citaremos:

  • Creación de la Cátedra de Cirugía de Guerra e Higiene Naval.
  • Coqueluche y tratamiento.
  • Las Enfermedades Infecciosas. e Higiene en el Ejército.
  • Tratamiento de la Difteria por antitoxina Bhering
  • Instrucciones para los Cirujanos del Ejércitos.
  • Clínica y Cirugía Militar.
  • La Higiene en los Cuarteles.
  • La Tuberculosis en el Ejército.
  • El Estrechamiento del Orificio Aórtico.
  • Aneurisma de la Aorta.
  • Las Epidemias de Cólera en Argentina y Brasil.

Tuvo una destacada labor legislativa, elaboró importantes proyectos de ley, que se tradujeron en obras tales como:

  • Creación del Instituto de Radio.
  • Proyecto de Elaboración y Comercio de Vinos.
  • Estudio y Aprovechamiento de los Ríos.
  • Proyecto sobre el Ejercicio de la Medicina  y Ciencias Afines.
  • Durante 1891-92 ejerció la presidencia del Círculo Médico Argentino.

Su actuación fue intensa a lo largo de toda su vida, tanto que no se pueden detallar en pocas palabras, y merecen un trabajo especial.

Para terminar les diría que cuando vayan a la plaza  donde tuvo origen del hospital fundado y donado por Gertrudis  Funes, recuerden lo que dice el poeta Leónidas Escudero:

                                                           “Por eso caminante, si en estas latitudes

                                                           Recoges cualquier piedra, tómales bien el peso.

                                                           Sentirás que una mano te saluda y retiene.

                                                           Que un mundo desde abajo te pide raíces.”