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Incontinencia Urinaria

Recomendaciones // Viernes 7 de Julio de 2017

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EL PROCESO NORMAL DE EVACUACIÓN DE LA ORINA

  • Los riñones producen constantemente orina, la cual fluye a través de dos largos tubos (uréteres) hacia la vejiga, donde es almacenada.
  • El esfínter urinario (un músculo que rodea la parte baja de la vejiga) permanece contraído para cerrar la uretra (el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo) hasta que la vejiga esté llena.
  • En ese momento, los mensajes que salen de la vejiga van hasta el cerebro y la persona decide consciente y voluntariamente expulsar la orina o no.
  • Si se decide orinar, el esfínter se relaja y deja que la orina fluya, con la ayuda de los músculos de la vejiga. Este proceso puede verse afectado en diferentes momentos a causa de alguna anomalía, provocando una pérdida de control (incontinencia urinaria).

La prevalencia de la incontinencia de orina es casi 20 veces superior en las mujeres que en los varones. Según los síntomas que provoca, la incontinencia urinaria -o pérdida incontrolable de la orina- puede clasificarse en distintos tipos. Uno de ellos es la incontinencia de esfuerzo, una condición que se caracteriza por una pérdida sin control de la orina al realizar cualquier esfuerzo que aumente bruscamente la presión dentro del abdomen. Toser, estornudar o levantar un objeto pesado pueden ser acciones desencadenantes de esta incómoda situación.

La incontinencia de orina de esfuerzo puede ser provocada por la debilidad del sistema esfinteriano urinario. A veces las causas son las alteraciones producidas en la uretra como resultado de un parto o de una cirugía pélvica. En las mujeres posmenopáusicas, este tipo de incontinencia se presenta por la ausencia de estrógenos, situación que ayuda a debilitar la presión intrínseca de la uretra.

Para la incontinencia por esfuerzo existen tratamientos médicos y quirúrgicos. Estos últimos han experimentado una gran evolución a partir de los años ´60, momento en que aparece la colposuspensión, una cirugía que se ha convertido en la más habitual hasta el día de hoy para el tratamiento de la incontinencia. Pero a partir de 1995 aparecen técnicas más modernas que apuntan a la mínima invasividad, es decir, al menor daño posible para el paciente y a su rápida recuperación postoperatoria. "Entre estas técnicas, la que ha demostrado ser más útil en los últimos años, es la cirugía que utiliza implantes libres de tensión", señalan los especialistas.

Esta técnica -a diferencia de las previas, que le dan cierta tensión a la uretra para corregir la incontinencia urinaria- utiliza implantes totalmente libres de tensión. "Los implantes son una especie de abrazaderas de polipropileno (prolene) que rodean a la uretra y contra las cuales, frente a los esfuerzos, la uretra, se estrella, se acoda". La intervención requiere internación mínima (en general, menos de 24 horas) y se hace con anestesia peridural o local.

Es un procedimiento corto (dura menos de media hora) y una vez recuperada de la anestesia, la paciente puede regresar a su casa. "El procedimiento dura muchísimo menos que una operación clásica y tiene un postoperatorio mucho más sencillo".

¿Y en cuanto a las relaciones sexuales?

Cuando esté cicatrizada la vagina (alrededor de la cuarta semana), la mujer ya puede tener relaciones.

¿Es normal tener incontinencia o ganas de orinar frecuentemente durante el embarazo?

Es frecuente que durante el embarazo como en el posparto reciente, puedas experimentar alteraciones en la micción, desde una simple urgencia o necesidad imperiosa de orinar, hasta la pérdida involuntaria de la orina. Pero no temas, su manejo es sencillo, siendo un problema totalmente reversible.

¿Por qué se produce durante el embarazo?

La vejiga es un órgano hueco que presenta una musculatura lisa involuntaria que le permite distenderse para llenar su cavidad con orina. La distensión muscular, por la presencia de orina, desencadena un reflejo que se manifiesta por la sensación o deseo de orinar. Para vaciar la vejiga, existe en la uretra (conducto final excretor de la vejiga) un músculo estriado voluntario, que a modo de esfínter o compuerta, permite, cuando lo deseamos, la salida de la orina, o la impide al comprimirlo, si no nos encontramos en el sitio o momento adecuado para poder orinar.

En el embarazo, un síntoma típico es el aumento de la frecuencia miccional y es debido a que el útero que está en crecimiento comprime la vejiga, disminuyendo su capacidad y en consecuencia se desencadena el reflejo de necesidad de orinar con volúmenes menores de orina. Hacia el final del embarazo, es posible que esta presión sea muy importante y venza el esfínter o compuerta de la uretra, produciéndose la salida involuntaria de orina.

¿Por qué se produce en el posparto?

Un número variable de mujeres experimenta incontinencia de orina posparto debido al traumatismo del parto, por edema y congestión de la uretra y el cambio de posición de los órganos pélvicos, entre otras causas. En ambas situaciones, embarazo o posparto, es posible corregir estos inconvenientes mediante simples técnicas.

Dr. Marcelo Zalazar