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PHmetría: estudio del reflujo gastroesofágico

Recomendaciones // Martes 22 de Agosto de 2017

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Dr. Juan Fasano / Gastroenterología Pediátrica

El reflujo gastroesofágico (RGE) ocurre durante o después de una comida cuando el contenido del estómago se regresa hacia el tubo que conecta la boca con el estómago. El RGE ocurre a menudo en lactantes normales. La mayoría de lactantes con RGE se ven contentos y saludables aunque regurgiten o vomiten. La regurgitación tiende a alcanzar más intensidad a los 4 meses y la mayoría de lactantes deja de regurgitar a los 12 meses de edad. Si su bebé está regurgitando sin molestias y está aumentando adecuadamente de peso, entonces es probablemente un regurgitador normal. Si los síntomas son severos o persistentes, entonces su médico puede considerar el uso de medicación o derivar al niño a un gastroenterólogo pediátrico para ser estudiado.

Los síntomas preocupantes de enfermedad por reflujo en lactantes son:

  1. Vómito asociado con:
    1. Sangre
    2. Líquido verde o amarillento
    3. Poca ganancia de peso
  2. Llanto inconsolable o severo e irritabilidad
  3. Persistente rechazo del alimento
    1. Poco crecimiento o fracaso para crecer
    2. Dificultad para comer
  4. Problemas respiratorios
    1. Dificultad para respirar
    2. Repetidos episodios de neumonía
    3. Pausas en la respiración
    4. El niño se pone azul
    5. Tos crónica
    6. Sibilancias

Existen tres estudios complementarios para estudiar el RGE, que son: el tránsito esofagogastroduodenal, la impedanciometría y la PHmetría.

PHmetría ambulatoria de 24 horas
¿Qué es y para qué sirve?

La pHmetría ambulatoria de 24 horas es una exploración fundamental en el estudio de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

La ERGE se produce por un paso anormal de contenido ácido del estómago al esófago y se caracteriza por la presencia de ardores (pirosis) y bocanadas agrias (regurgitación). Algunos pacientes también presentan dificultad para tragar (disfagia), dolor en el pecho (simulando en ocasiones un infarto), laringitis, ronquera, tos crónica, asma bronquial, hipo, etc.
Aunque la endoscopia digestiva es importante en el estudio inicial de esta enfermedad, más de la mitad de las endoscopias serán normales. La PHmetría sin embargo es mucho más sensible, ya que identifica a más un 95% de los enfermos con reflujo gastroesofágico (la endoscopia solo se limita a valorar si hay lesiones y la PHmetría lo que estudia es el verdadero reflujo).
Además la PHmetría no solo informa de la existencia o no de reflujo, sino que también nos muestra la cantidad y gravedad de éste y cuando ocurre (acostado, tras comidas, de pie, etc.). También permite estudiar los síntomas que presenta el paciente y decirnos si están o no en relación con el material ácido refluido.
Estos datos que se obtienen de la PHmetría serán los que nos permitirán realizar un enfoque terapéutico adecuado en cada uno de los pacientes; es decir, permite un tratamiento racional e individualizado según las necesidades individuales de cada enfermo.

¿Se puede sustituir por otras pruebas?
Generalmente no, ya que se suele solicitar cuando existen dudas en el diagnóstico, es decir cuando la endoscopia es normal o dudosa, o bien cuando se quiere saber si los síntomas que padece el paciente son realmente por reflujo gastroesofágico (abajo se recogen las principales indicaciones).

¿Cómo se realiza la PHmetría ambulatoria de 24 horas?
Con una pequeña sonda de plástico flexible de unos 2 milímetros de diámetro con 1 o 2 sensores.
La sonda se coloca por la nariz con un poco de lubricante anestésico, dejándola alojada convenga en el esófago. Posteriormente se sujeta con un poco de tela adhesiva y se conectan a un pequeño aparato llamado holter o pHmetro.
El holter se suele configurar para que realice una medición de pH cada 5 segundos (es decir, unas 17.280 muestras a lo largo del estudio de 24 horas).
La duración estándar de la PHmetría es por tanto de un día. Durante la prueba se puede comer y realizar una actividad física prácticamente normal. No obstante el paciente tiene que tener en cuenta que se podrá lavar pero no duchar y que tampoco podrá realizar esfuerzos físicos importantes, ya que se puede dañar la sonda o el aparato.
La exploración no es dolorosa, aunque si puede ser algo molesta. Normalmente se nota algo de escozor al pasar por la nariz y en algunos casos se puede tener náuseas y tos, pero no es lo habitual. Una vez colocada la sonda se tolera muy bien, pudiéndose completar el estudio en más del 95% de los pacientes.
Esta exploración no se puede realizar con sedación, primero porque no la precisa y en segundo lugar porque se requiere que el paciente colabore durante todo el tiempo que dura ésta.
Esta prueba carece de riesgos relevantes, siendo muy raro el sangrado nasal o la tos irritativa.

¿Qué preparación se necesita?
Ayunas de unas 4 horas, siendo aconsejable que la última comida haya sido muy ligera.
Algunos estudios se realizan con tratamiento, para evaluar su eficacia, pero la mayoría de las veces se realizará la PHmetría sin tratamiento, siendo necesario suspender toda aquella medicación que puede interferir en el estudio.

Principales indicaciones de la PHmetría ambulatoria de 24 horas:

  • Síntomas de reflujo sin alteraciones radiológicas o endoscópicas.
  • Síntomas atípicos de reflujo (dolor torácico recurrente no coronario, laringitis posterior, ronquera crónica, tos nocturna, asma bronquial, etc.).
  • Síntomas de reflujo sin respuesta a tratamiento médico.
  • Sospecha de reflujo en pacientes pediátricos u otros que por su situación no puedan comunicar síntomas.
  • Evaluación antes de la cirugía antirreflujo.
  • Evaluación del tratamiento antirreflujo (médico o quirúrgico, sobre todo si hay lesiones graves como esófago de Barrett o estenosis esofágica).
  • Evaluación de la barrera antirreflujo tras el tratamiento de la acalasia o cirugía esofágica