Novedades
Valoración cardiovascular prequirúrgica
El acto quirúrgico, cualquiera sea su naturaleza, comienza mucho antes de ingresar al quirófano. Desde el saludo afectivo del médico al paciente ya se comienza a valorar su estado general.
Cada procedimiento quirúrgico tiene su riesgo, en mayor o en menor cuantía. Gracias a las técnicas actuales, la aparatología moderna, los protocolos quirúrgicos y la vasta experiencia de nuestros cirujanos, se ha logrado una alta tasa de éxitos, minimizando así las complicaciones potenciales.
El objetivo de la evaluación preoperatoria es estratificar a los pacientes en función de las posibles complicaciones perioperatorias y adoptar las medidas necesarias para reducirlas. Un objetivo no menos importante, es identificar a los pacientes que se beneficiarán de tratamientos a largo plazo para reducir su riesgo cardiovascular, independientemente de la conducta que se adopte para la cirugía en cuestión. Llevado el caso a un ejemplo práctico, identificar un paciente hipertenso y con valores elevados de colesterol en un prequirúrgico de cirugía de vesícula, probablemente no lleve a cancelar la cirugía ni adoptar medidas especiales en el perioperatorio, pero este paciente se beneficiará de medidas tendientes a reducir sus valores de tensión arterial y lípidos, y requerirá controles periódicos de prevención primaria luego de la cirugía e independientemente del resultado de la misma.
“Diversos factores fácilmente identificables han demostrado tener valor pronóstico en la estratificación de riesgo preoperatorio, tales como la edad, el estado general del paciente, los antecedentes de enfermedades preexistentes y el tipo de cirugía”
Muchas veces ésta es la primera evaluación cardiológica que realiza el paciente, y adoptar medidas de prevención primaria cuando están indicadas puede evitar o retrasar eventos cardiovasculares futuros.
¿En qué consiste una valoración cardiovascular prequirúrgica?
El médico cardiólogo realizará un interrogatorio orientado al procedimiento (Ver Tabla 1) y tipo de anestesia que recibirá el paciente. Realizará además un examen físico completo y minucioso, con el objetivo de detectar alteraciones que anteriormente hayan pasado desapercibidas. Se realizará además un electrocardiograma con el objeto de detectar potenciales arritmias y/o bloqueos cardíacos, descartar la presencia de enfermedad coronaria preexistente y otras alteraciones que puedan ser predictoras de complicaciones perioperatorias. (Ver Tabla 2). Una vez finalizada la visita, el Cardiólogo entregará al paciente un informe detallado de lo realizado, el que será interpretado por el médico cirujano interviniente y el médico anestesiólogo para el correcto manejo perioperatorio. De esta manera, se realiza un trabajo interdisciplinario con el único objetivo de minimizar los riesgos en el acto quirúrgico.
Tabla 1: Grado de Riesgo según el procedimiento a realizar
Procedimientos de bajo riesgo | Biopsia de mama, histeroscopía, cistoscopia, broncoscopía, procedimientos otorrinolaringológicos, hernioplastia inguinal o umbilical, tiroidectomía, artroscopia, colocación de marcapaso, resección transuretral de próstata o lesiones vesicales, etc. |
Procedimientos de moderado riesgo | Prostatectomía a cielo abierto, laminectomía, liposucción, histerectomía, colecistectomía, biopsia pulmonar, toracoscopía, reemplazo de cadera, reemplazo de rodilla. |
Procedimientos de alto riesgo | Aneurismas o tumores intracraneales, resecciones hepáticas, resecciones pulmonares, esofagectomía, cirugías cardíacas a cielo abierto, procedimientos aórticos, procedimientos abdominales mayores. |
Tabla 2: Estados clínicos de alto riesgo
Aspectos no cardíacos de alto riesgo |
|
Aspectos cardíacos de alto riesgo |
|